El postparto es una etapa llena de grandes cambios, tanto físicos como emocionales. El apasionante viaje de traer una nueva vida al mundo ha concluido y ya tenemos a nuestro bebé a nuestro lado. Pero ahora es cuando comienza otro viaje, del que no se habla tanto, y durante el cual es habitual sentir muchas dudas y miedos. Hoy vamos a abordar esta etapa desde el punto de vista físico y estético. ¿Cómo recuperar la figura tras el parto? Hablaremos sobre las fajas reductoras, ¿son aconsejables en el postparto? Ponte cómoda, ¡vamos a verlo!
El postparto, ese gran desconocido
Has vivido nueve meses inolvidables. Sintiendo como una vida crecía dentro de ti. Cuidándote, preparando con mimo y esmero la llegada de tu bebé. Leíste sobre lactancia, sueño infantil, alimentación y todo lo que caía en tus manos sobre maternidad y crianza. Organizaste tu casa y tu vida para que a tu pequeñín no le falte de nada.
No te preocupes, lo vas a hacer bien, mamá, porque ya tienes lo más importante: un amor incondicional que a partir de ahora será el motor de tu vida.
Pero cuando llegas a casa con tu recién nacido comienza una nueva etapa. ¡Tantas veces durante el embarazo soñaste con ese momento! Pero el postparto, querida amiga, es complicado, no te voy a engañar.
Yo lo he vivido dos veces, dos postpartos completamente diferentes. Al igual que no hay dos embarazos iguales, tampoco hay dos postpartos iguales. Pero lo que si coincidió en ambas ocasiones fue el terremoto de emociones y cambios que te sacude por completo y de los que (casi nadie) te ha hablado antes.
Diarrea de posparto, caída del pelo, y muchas otras cosas de las que nadie te ha hablado.
Los cambios físicos del postparto
Los cambios emocionales y psicológicos que se producen tras el parto, sin duda, son brutales. Hablaremos de ellos en otro artículo, porque bien merecen una reflexión aparte.
Hoy nos vamos a centrar en los cambios físicos que sufre el cuerpo de la mujer después del embarazo y el parto. Cambios que pueden tener un impacto muy importante en la recuperación global del postparto.
Estos cambios a veces no son valorados como merecen. Nadie te cuenta que tras llegar a casa con el bebé, te mirarás en el espejo y no te reconocerás. Ojeras, cansancio, la subida de la leche, hinchazón, molestias y una barriga en la que parece que aún se está gestando un bebé.
Estamos (mal) acostumbradas a ver esas recuperaciones milagrosas de las famosas tras ser madres. Las vemos salir del hospital, lozanas y guapísimas, con una figura espléndida. Unos pocos días más tarde vemos como cuelgan en sus redes sociales imágenes de su vientre plano, cómo si nada hubiera ocurrido en su cuerpo.
Pero la realidad de a pie, poco tiene que ver con esas imágenes. Es normal tener la barriga hinchada, distendida y kilos de más que te acompañarán durante meses…
El cuerpo de la mujer ha estado 40 semanas modificándose, cambiando para permitir que un bebé creciera en su interior. Cuando el bebé nace la recuperación no es instantánea, ni milagrosa. El cuerpo necesita su tiempo para volver a su estado de antes del embarazo.
Tenemos que asumirlo, respetarlo y ser conscientes de ello. Evitar falsas expectativas que pueden llevarnos a sentirnos mal con nosotras mismas.
Recuperar la figura tras el parto
Fisica, mental y emocionalmente el postparto es una etapa tan maravillosa como difícil. Hay que entender lo que está ocurriendo en nuestro cuerpo para poder recuperarnos bien físicamente y para gestionar nuestras emociones.
Sin duda, cuando te sientes bien contigo misma todo se ve de otra manera. Mantener la autoestima alta durante el puerperio puede ayudarnos a evitar la depresión postparto.
Pero ¿cómo recuperar la figura y perder esos kilos de más después del embarazo? Una alimentación saludable y el ejercicio físico serán nuestros mejores aliados.
Sin embargo, habrá que esperar un tiempo prudencial después del parto para incorporar una rutina de ejercicio físico suave. Consulta con tu ginecólogo, que revisará tu estado de salud y te indicará el momento más adecuado para poder hacer ejercicio sin que tu salud corra ningún riesgo.
Los ejercicios hipopresivos están especialmente recomendados para esta etapa ya que te ayudarán a tonificar el abdomen, a recuperar la musculatura abdominal debilitada y a reducir la barriga tras el parto.
Pero hasta que se puedan realizar con seguridad estos ejercicios, ¿se puede hacer algo para mejorar esa barriga postparto?
Fajas reductoras en el postparto: ventajas e inconvenientes
Después de dar a la luz la barriga queda más voluminosa y sin tono. Es normal. Pero, ¿se puede hacer algo para mejorar su aspecto y ayudar a su recuperación? Muchas mujeres, tradicionalmente, han recurrido al uso de fajas reductoras durante el postparto. ¿Es buena idea? Veamos.
La musculatura abdominal, durante el embarazo, sufre una gran distensión. Una vez ha nacido el bebé, estos músculos necesitarán de un tiempo para recuperarse y volver a su estado de antes del embarazo.
¿Se puede utilizar una faja reductora para corregir esa distensión abdominal? Muchas mujeres la usan porque se sienten cómodas, al notar esa zona más «contenida» gracias a la faja.
Faja postparto: sí o no
Hay disparidad de criterios al respecto de si es conveniente usar una faja durante el postparto, aunque cada vez son más los profesionales que las recomiendan, porque al aplicar compresión en la zona debilitada tras el parto ayuda a recolocar la zona abdominal con más rapidez.
Las mujeres que usan fajas postparto se sienten más seguras y cómodas a la hora de realizar ciertos movimientos. Además, también las fajas reductoras ayudan a hacer una figura más bonita, por lo que la mujer se ve y se siente mejor.
El uso de fajas reductoras también puede ayudar a aliviar el dolor de espalda y lumbar, que es tan frecuente después del embarazo.
En resumen, las fajas postparto ayudan a reforzar la zona lumbar, mejoran la estética de la mujer y corrigen y ayudan a mantener una postura correcta de la columna.
Aunque también tiene algunos inconvenientes y no es bueno abusar de su utilización, pues puede tener el efecto contrario al que buscamos y provocar que la musculatura no se ejercite si siempre llevamos puesta la faja reductora.
También hay que tener en cuenta que no es un producto «milagroso» y que la barriga seguirá estando allí cuando nos quitemos la faja reductora. Para mejorar de forma real la silueta y la zona abdominal, habrá que combinar su uso con la práctica de ejercicios, que devuelvan a la zona su fuerza y musculatura.
¿Cuándo empezar a utilizar una faja reductora postparto?
Como norma general, las fajas reductoras están contraindicadas inmediatamente después del parto. Habrá que esperar unas semanas para que los músculos y los órganos abdominales vayan recuperando de forma natural su posición.
Es recomendable consultar a tu matrona o ginecólogo sobre el momento más adecuado para poder comenzar a usar la faja, que dependerá tanto del tipo de parto que hayas tenido como de tu estado físico en ese momento.
Una faja puede ayudarte a encontrarte mejor, a verte bien y a reforzar tu autoestima. Pero sobre todo, no te agobies, date tiempo y verás como poco a poco, con un poco de esfuerzo y constancia, todo vuelve a su sitio. ¡Ánimo!
Cuéntanos, ¿has usado fajas alguna vez? ¿recurriste a fajas reductoras después de dar a luz? ¿notaste mejoría?