Cuando nació mi hijo mayor vivíamos en un piso de apenas 50 metros cuadrados. Eramos conscientes de que, aunque el amor, como el saber, no ocupa lugar, aquel hogar no era el más adecuado para una familia más grande.
Y es que conforme la familia crece, la casa también debería hacerlo. No siempre es posible, ni resulta fácil, pero hay muchas opciones. Os cuento nuestra experiencia en el post de hoy. Quédate, estés o no pensando en aumentar la familia, ¡te va a interesar!
Queremos aumentar la familia, pero ¡en casa no cabe nadie más!
Cuando unos años antes de casarnos compramos aquel pisito, ¡estábamos tan ilusionados y felices! Nuestro primer hogar, nuestro nidito de amor. No era el más lujoso, ni el más bonito, ni el más grande, pero era nuestro. En aquel entonces, la idea de formar una familia aún parecía muy lejana.
Es cierto que los metros no le sobraban, pero en aquellos años, en plena burbuja inmobiliaria, era lo mejor que pudimos asumir.
Además, se trataba de una ciudad, Cádiz, donde los metros cuadrados se cotizan muy al alza y que, aún hoy, sigue siendo la capital de Andalucía más cara para adquirir una vivienda.
Pero como os iba contando, para nosotros dos era más que suficiente. Parte de nuestros mejores años, de nuestros mejores recuerdos quedaron entre aquellas paredes.
Unos años más tarde descubrimos que la familia iba a crecer. ¡Gordito estaba en camino! Bueno, no pasa nada, pensamos. Aquella habitación que usábamos para recibir a amigos y familia – como trastero – cuarto de la plancha, a partir de entonces iba a tener otra finalidad.
Gordito llegó y nos llenó el corazón de amor y la casa de trastos. Comenzaron a ser evidentes los problemas de espacio, pero aún continuamos allí unos años más.
Pero llegó un día en que comenzó a rondar por nuestra cabeza la idea de dar un hermanito a Gordito. ¿Cómo nos vamos a apañar, si en esta casa ya no cabe un alfiler?
Buscando un nuevo hogar y una nueva hipoteca
Pues sí, nos vimos en un dilema y hubo que tomar decisiones. Es probable que muchos de los que me estáis leyendo también os hayáis visto en una tesitura así.
Un consejo si estás pensando en comprar una casa
La compra de una casa, sin duda, es una de las decisiones más importantes que se toman en la vida. Antes de seguir contando mi experiencia, dejadme daros un consejo. Si está pensando en comprar una casa, no pienses solo en el ahora, piensa también en el futuro.
Fue uno de nuestros mayores «errores». Compramos una casa que muy pronto se nos quedó pequeña. Una casa que no cuadraba con nuestras expectativas de familia.
Sí, sé lo que estás pensando. A todos nos gustaría tener una casa grande, pero no todo el mundo se lo puede permitir. Ahorrar o conseguir una hipoteca 100, ¿es fácil o no?
Muchas veces, las mayores trabas nos las ponemos nosotros mismos. Vale, sé que las hipotecas no las regalan, que ahorrar con nuestros sueldos de mileuristas es muy difícil… sí, soy consciente. Demasiado incluso, porque yo era de las que pensaba así.
Cuando mi marido y yo hablábamos de cambiar de casa, yo lo veía como algo tan lejano, casi imposible… ¿cómo vamos a vender el piso? ¿cómo nos van a dar otra hipoteca a nosotros? Si de mí hubiera dependido, reconozco que no estaríamos donde hoy estamos. ¡Lo veía todo negro!
¡Se puede!
Por suerte, mi marido tenía otra visión y sabía que tenía que haber alguna opción y estaba dispuesto a buscarla y conseguirla. Nos tocó hacer un montón de trámites y papeleos con los bancos…
Ojalá hubiéramos conocido algunos de los servicios que podemos encontrar hoy día, donde te ayudan a conseguir una hipoteca 100 financiación, aún cuando las condiciones parecen desfavorables…
Sea como fuere, ¡lo conseguimos! Logramos una nueva hipoteca y comprar la casa de nuestros sueños. No fue fácil, que incluso nos cambió la ley hipotecaria en pleno proceso de compra venta, pero ¡se puede!
Ya os lo conté en este post donde os daba la noticia y os hablaba de nuestra mudanza. Que el no no salga de vosotros. ¡Soñadlo y luchadlo!
La familia creció… y la casa también
Ya os he hecho algo de spoiler, pero os sigo contando. Cuando pensamos en ampliar la familia hubo que replantearse todo.
Fue entonces cuando decidimos dejar la ciudad donde habíamos pasado los últimos 20 años y volver cerca de la familia. Vender nuestro pequeño pisito y comenzar una nueva vida en un nuevo hogar y un nuevo lugar más acorde a nuestras circunstancias.
No podemos quejarnos. Ahora tenemos un hijo más y ya no nos faltan los metros cuadrados. Vivimos en un piso grande y la diferencia es abismal.
Lograr que cada miembro de la familia pueda tener su espacio dentro del hogar, que tengamos sitio para todo, sin duda es una gran ayuda para la convivencia y para la armonía. Cuando los peques crezcan imagino que aún lo valoraremos más.
Por no hablar de la pandemia y el confinamiento. Sin duda, haberlo podido pasar en nuestra casa actual hizo que aquellas semanas tan duras fueran más llevaderas. Muchas veces pensamos en cómo hubiera sido pasar el confinamiento en nuestro pequeño piso de Cádiz, ¡mejor no imaginarlo!
Somos felices aquí, pero como siempre se puede mejorar y no podemos estarnos quietos, ahora llega un nuevo reto: ¡queremos hacer reformas!
Para no variar, esta vez también he sido ya la «reticente», pero al final, intento vencer la pereza y no pensar en la locura que es meterse en obras y ¡estoy muy ilusionada! Aún no puedo contaros más, todavía está todo un poco en el aire, pero por supuesto, os iré informando por aquí y por mis redes sociales.
Será un año interesante.
Ahora me encantaría saber vuestra opinión y conocer vuestras experiencias. ¿Tenéis casa en propiedad? ¿Habéis pensado en cambiar de casa al aumentar la familia? ¿Os costó mucho conseguir la hipoteca? ¿Algún consejo para la reforma? ¡Contadme!