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Te traemos una de las mejores actividades para distraer a los pequeños
La pintura es la actividad preferida por excelencia de todos los niños. Y no es de extrañar porque se trata de una manualidad muy colorida, divertida y sencilla. Así que con tan sólo unas ceras y unas témperas se pueden destinar muchas jornadas al entretenimiento y desarrollo de la imaginación. Si lo complementamos con algo de material de oficina tendremos lo suficiente para una variedad de opciones de manualidades. Para los pequeños de la casa la pintura tiene múltiples beneficios y para los padres, una opción económicamente rentable, amena y fácil de lavar en caso de que los niños se ensucien.
Dibujar el contorno de la mano o el pie con ceras o incluso colorearlo con témperas es sencillo y puede servir además como bonito recuerdo para la posteridad. En el momento de comprar ceras puedes hacer una comparativa online entre calidades y precios pero si lo que buscas es una opinión experta, en Papelería Distrimar sabrán aconsejarte sobre las mejores opciones para tus necesidades, aunque si compras las ceras Manley, no fallarás. Hay un amplio catálogo para elegir los colores que más nos gusten y tenerlos rápidamente en casa. Los estuches de pintura que se pueden adquirir son además un magnífico regalo para cualquier ocasión que se presente.
Para ayudarte a comprar témpera es fundamental que antes de decidirte revises las diferentes variables. Las témperas que puedes encontrar en Distrimar son aptas para los niños, ya que no contienen elementos tóxicos y si no sabes por cuál decidirte entre témpera líquida, sólida o en barra, echa un vistazo a su web para elegir. Un truco: la témpera líquida podemos comprarla en botes de un litro y nos sale bastante rentable. Es el tipo más utilizado por los niños en la escuela, así que ya están familiarizados con ello.
Todo listo para jugar
Tanto las ceras como las témperas son óptimas para pintar sobre papel, cartón o cartulina y las témperas se secan rápidamente. Tener cartulinas en casa siempre es un gran recurso para dibujar, recortar figuras, hacer marionetas o figuras geométricas, etc. Por tanto son materiales óptimos para ayudarles a desarrollar su imaginación a cualquier edad. Los niños desarrollan la creatividad mientras potencian su capacidad de concentración e incluso aprenden cómo organizarse o a resolver problemas.
Pintar hojas reales
Una de las opciones que más les gusta es coger hojas grandes de los árboles y decorarlas a su estilo. Se trata de una manualidad ideal en otoño, aunque puedes hacerla en cualquier época. Para eso necesitaremos témperas y acrílicos de colores. Y después las más bonitas podemos pegarlas con cola o pegamento a palitos de helados y tendremos unos bonitos marcapáginas caseros de los que se sentirán súper orgullosos y que incluso podemos regalar a los más allegados. O la opción más sencilla es hacer un collage con las hojas pegándolas en una cartulina. Dependiendo de la edad del niño, probablemente tengamos que ayudarle con el pegamento. Lo importante es que desarrollen su capacidad de imaginación creando el cuadro. De paso podremos hacernos con algunos rotuladores para completar la creación.
Otra posibilidad es la de coger un palito de madera mediano y con una cuerda fina colgar las diferentes hojas ya pintadas de la madera como si se tratase de un atrapasueños. Para ello papá o mamá tendrán que perforar con un punzón la parte inferior de la hoja para así poder anudar la cuerda. Y de este modo tendréis una bonita decoración para su habitación hecha con su creatividad. Si colgamos las hojas a diferentes alturas con unos trozos de cuerda un poco más largos que otros, el resultado es elegante y original.