Ha comenzado septiembre, un mes que me gusta. Aunque significa el final de las vacaciones de verano, también es el momento de recuperar la rutina, de ponernos nuevas metas y de prepararnos para una época del año que a mí me encanta.
Me gusta el otoño y el invierno, ya os lo he contado en otras ocasiones. Además son unos meses que me traen preciosos recuerdos. Mis dos hijos han nacido en esta época, el mayor nació en noviembre y el pequeño en diciembre. Por ello, septiembre me hace siempre recordar el último trimestre de embarazo.
¿EL EMBARAZO SE DISFRUTA?
Desde que vemos el positivo en el test de embarazo, el tiempo parece cambiar y se mueve a una velocidad totalmente diferente a la de antes de quedar embarazada.
Los primeros días y las primeras semanas transcurren a cámara lenta. ¿Estará todo bien?, ¿tendrá latido?, son preguntas que se nos pasan una y otra vez por la cabeza durante esos momentos, mientras el tiempo parece estar parado. Queremos que el tiempo vuele para ir sumando días hasta alcanzar esa barrera psicológica del primer trimestre, donde el riesgo de perder el embarazo o de que algo salga mal, comienza a disminuir.
EL TIEMPO SE DETIENE O VUELA
Así lo viví yo en mis dos embarazos, un primer trimestre que se me hizo eterno. Hasta que llega ese ansiado momento de la ecografía, donde por fin visualizamos a nuestro bebé. Lo vemos moverse y si nos confirman que todo está bien, entonces fue cuando yo respiré un poco aliviada y comencé a disfrutar algo más de mis embarazos.
A partir de ahí, el tiempo parece ir más rápido. Las molestias disminuyen, la barriga crece, comienzan las primeras pataditas. Para mí, el segundo trimestre es el mejor del embarazo.
De este modo, antes de que nos queramos dar cuenta llegamos al último trimestre del embarazo. En ese momento, cuando faltan semanas o días para por fin conocer a tu hijo, los sensaciones pueden ser muy diferentes.
Puede que esperes ansiosa la hora de ponerte de parto y de poder conocer, al fin, la carita de tu bebé. En ese caso las horas y los días vuelven a pasar muy lentos. Si a ello le unimos las molestias típicas del tercer trimestre, el resultado es que las agujas del reloj parecen estar paradas.
O puede que el tiempo te pase muy rápido. Te puedes encontrar abrumada ante todos los cambios que se van a producir en tu vida, ante todos los preparativos que necesita la llegada de un bebé a casa. ¿Lo tendré todo listo para cuando me ponga de parto? ¿Me dará tiempo? ¿Nacerá el bebé y no tendré todo listo?
UNA ETAPA PARA DISFRUTAR
Sin duda, es una etapa especial en la vida de una mujer. Pocas cosas comparables a la ilusionante espera de conocer al que será el amor de tu vida: tu hijo.
En estos meses, aunque puedan resultar duros o largos, hay que mantenerse ilusionada y optimista. A pesar de las molestias, los miedos normales y lógicos de este estado, deberías disfrutar de estos últimos días de equilibrio y tranquilidad antes del caos que siempre supone la llegada de un recién nacido a la familia. Yo que he pasado dos veces por esto, te doy un consejo: ¡Disfruta!.
Sí, disfruta. Disfruta de los últimos momentos siendo dos corazones latiendo dentro de un mismo cuerpo. Deléitate sintiendo cada uno de sus movimientos en tu vientre, cada patadita. Cierra los ojos, acarícialo sobre aquel lugar donde lo notes. Imagina cómo será su cara, sus manos, su cuerpo. Háblale, cuéntale todo aquello que tienes preparado para su llegada, todas las cosas que te imaginas haciendo juntos.
UNA ETAPA ÚNICA QUE PASA MUY RÁPIDO
Aunque en esos momentos, el cansancio o el malestar te pueden estar haciendo desear perder esa gran barriga de vista y cambiarla por un bebé precioso, créeme, luego la echarás de menos. Así que olvídate del reloj y aprovecha esos instantes, esas sensaciones, esa unión tan única. El tiempo, realmente, vuela. Antes de que te des cuenta puede que te encuentres pujando para dar la bienvenida a tu bebé.
Si te encuentras en esta etapa del embarazo, en el deseado pero también temido tercer trimestre, te dejo una serie de consejos que te ayudaran a enfrentarte y a sentirte bien preparada para la que, sin duda, se va a convertir en la cita más importante de tu vida.
5 CONSEJOS PARA SOBREVIVIR AL TERCER TRIMESTRE DEL EMBARAZO
CÓMO ALIVIAR EL DOLOR DE ESPALDA
En el tercer trimestre del embarazo, debido al incremento de peso y al cambio del centro de gravedad en el cuerpo de la mujer embarazada, casi la mitad de las mujeres gestantes padecerán dolor o molestias en la espalda durante estos meses.
Vigilar la postura, sentarse con la espalda erguida, no pasar mucho tiempo en la misma postura, tanto de pie como sentada o el uso de alguna faja de apoyo lumbar (siempre con la recomendación de tu matrona o ginecólogo) para aliviar el peso de esta zona, puede ayudarte a sobrellevar estas molestias.
Yo siempre tenía a mano un cojín de lactancia o almohada para poder acomodarme cuando estaba sentada en el sofá. Y era un imprescindible a la hora de ir a la cama, ¡no podía dormir sin él! Me aliviaba muchísimo la presión y el dolor en la zona y me ayudaba a dormir mucho mejor.
CÓMO ALIVIAR LA ACIDEZ
Este síntoma lo padecí mucho sobre todo en mi primer embarazo. ¡Malditos ardores! Es una molestia muy habitual durante el tercer trimestre del embarazo. Pero tomando nota de unas cuantas pautas, podrás eliminar o al menos disminuir esta sensación tan desagradable.
- Comer en pequeñas cantidades, al menos 5 veces al día, siempre masticando bien los alimentos.
- Evita las bebidas con gas, el chocolate, los alimentos ácidos y los picantes.
- Cena varias horas antes de acostarte. Cuando te vayas a la cama recuéstate sobre varias almohadas para elevar la parte superior del cuerpo, de modo que la postura ayude a los ácidos a permanecer en el estómago. Además esta posición te ayudará también a respirar mejor y a no fatigarte mientras duermes.
- Mastica chicle después de las comidas. ¡Ésta fue mi salvación! Comer chicle me ayudaba a no sentir tantos ardores.
- Tomar jengibre durante el embarazo también puede ser de ayuda.
- Si la molestia persiste o empeora, consulta a tu médico o ginecólogo.
PIDE AYUDA
¡No te cortes! Es normal, puede que te sientas poco ágil y agotada. El tener esa barriga creciente tampoco ayuda demasiado. Yo reconozco que necesitaba ayuda para muchas «tareas cotidianas». Desde ponerme los calcetines o los zapatos, cortarme las uñas de los pies o depilarme… ¡misión imposible hacerlo yo sola!
Deja que te mimen y pide ayuda. Además no deja de ser una situación cómica y divertida. Mi marido y yo nos echábamos bastantes risas mientras él me ayudaba a ponerme los zapatos o mientras le enseñaba cómo quería que me hiciera la pedicura. ¡Aprovéchate!
RELÁJATE
Muchas mujeres sienten ansiedad durante los últimos meses del embarazo. La preocupación acerca del parto, de si todo saldrá bien o no, de si seremos o no capaces de cuidar de un recién nacido pueden crear un estado de estrés y nerviosismo que no es nada recomendable. ¡Incluso puede acarrear problemas de insomnio!
Mi consejo es que te relajes, que si tu estado te lo permite des grandes paseos al aire libre. Lee acerca del parto, consulta tus dudas con tu matrona o ginecólogo y sobre todo, confía en tu instinto. Aunque te parezca mentira, tu cuerpo es sabio.
Sabrás identificar cuando ha llegado el momento del parto. Tu cuerpo se ha preparado durante 9 meses para ese momento, ¡confía en él! Puedes hacerlo. Y cuando tengas a tu bebé en brazos, vuelve a confiar en ti. En tu instinto maternal. De ese modo todo irá bien. Y pide ayuda o consejo siempre que sea necesario. Pero repítelo todas las veces que haga falta: «soy la mejor madre para mi bebé y lo estoy haciendo bien».
DUERME
Sí, el mejor consejo que recibirás. Aprovecha esas últimas semanas de embarazo para descansar todo lo que puedas. Vas a necesitar todas tus fuerzas y energía para lo que viene tras el parto.
Dedica esos últimos días de embarazo en cuidarte y mimarte más que nunca. Levántate tarde, no pongas el despertador. Échate todas las siestas que te apetezca. ¡Probablemente pasarán años hasta que puedas volver a hacerlo!
Si yo volviera a vivir mi primer embarazo, aquellos últimos días que pase nerviosa y ansiosa esperando el momento, limpiando la casa 0 revisando mil y una veces la maleta del hospital, sin duda, lo haría de otra forma. ¡Dormiría y dormiría hasta sentir que no tengo más sueño! 😉
¿Cómo viviste o estás viviendo el tercer trimestre de tu embarazo?
Yo tuve un embarazo un poco complicado por dolores y pérdidas con lo que no pude disfrutarlo. Pero bueno, las pataditas eran taaaaan maravillosas. Creo que es lo que más hecho de menos. El sentirla.
Ahora las patadas me las da cuando dormimos juntas, jajajjaja. Y ya no son tan suaves.
Besos, guapa
A veces el embarazo es una etapa difícil cuando hay problemas o miedos, aunque es verdad que sentir esas patadas es algo sanador y mágico. ¡Yo también lo echo mucho de menos! Un abrazo
Un post súper completo. Me ha encantado.
Feliz semana. 🙂
Muchas gracias! Es una etapa de la vida muy especial. Un saludo y feliz semana!!