Una de las principales preocupaciones de muchas madres lactantes es si están produciendo suficiente leche para alimentar bien a su bebé. Aunque la mayoría de las veces el cuerpo sabe lo que hace, existen algunos alimentos que ayudan a aumentar la producción de leche materna y que pueden ser aliados naturales durante esta etapa tan importante.
Además de mantener una buena hidratación, descansar lo suficiente (en la medida de lo posible) y ofrecer el pecho a demanda, incluir ciertos alimentos en tu dieta puede hacer una diferencia positiva.
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Alimentos galactogogos: ¿qué son y cómo funcionan?
Se les llama galactogogos a los alimentos, hierbas o suplementos que pueden estimular la producción de leche. Aunque no son milagrosos, muchas madres notan mejoras al incorporarlos en su alimentación diaria.
Algunos galactogogos naturales que puedes encontrar fácilmente son:
- Avena: Rica en hierro, fibra y beta-glucanos. Se asocia con el aumento de la hormona prolactina, encargada de la producción de leche.
- Hinojo: Puede tomarse en infusión o incluirse en ensaladas. Tiene un efecto estrogénico que puede favorecer la subida de leche.
- Fenogreco: Muy utilizado en la medicina tradicional. Se consume en cápsulas o en infusión, aunque es mejor consultarlo con un profesional.
- Levadura de cerveza: Aporta vitamina B y proteínas. Además, ayuda con el cansancio típico del posparto.
Es importante recordar que, aunque estos alimentos pueden ser útiles, el estímulo más efectivo para la producción es la succión del bebé. No hay sustituto para el contacto piel con piel y la lactancia frecuente.
Alimentos ricos en nutrientes clave para la lactancia
No se trata solo de producir más leche, sino de que esta sea nutritiva y satisfactoria para el bebé. Estos alimentos aportan nutrientes esenciales para una lactancia saludable:
1. Frutos secos
Las almendras, nueces y anacardos contienen grasas saludables, proteínas y calcio. Son una excelente opción para meriendas o para añadir a yogures o batidos. Se cree que sus grasas buenas también benefician la calidad de la leche.
2. Verduras de hoja verde
Espinacas, acelgas, rúcula o kale. Estas verduras son ricas en calcio, ácido fólico y vitamina K, fundamentales en la dieta de una madre lactante. Además, contienen fitoestrógenos naturales que pueden apoyar la función hormonal.
3. Semillas
Las semillas de chía, lino y sésamo aportan omega-3, fibra y minerales. Son fáciles de añadir a cereales, ensaladas o tostadas. También ayudan a la digestión y al bienestar general.
4. Lentejas y legumbres
Fuente de proteína vegetal, hierro y fibras. Las lentejas, garbanzos y judías son excelentes para mantener niveles de energía estables y prevenir la anemia postparto, que puede afectar negativamente a la lactancia.

Otros consejos para mejorar la producción de leche
Aunque la alimentación es clave, no podemos olvidar otras prácticas que también influyen:
- Dar el pecho a demanda, incluso durante la noche. La prolactina aumenta en la madrugada.
- Evitar el estrés: El cortisol, la hormona del estrés, puede interferir en la subida de leche.
- Hidratación constante: Aunque el agua es lo más importante, también puedes incluir caldos, infusiones y frutas con alto contenido de agua, como el melón o la sandía.
- Evitar alcohol y tabaco, ya que ambos reducen la producción y afectan la calidad de la leche.
Si estás en ese momento de decidir cómo alimentar a tu bebé o simplemente quieres conocer otras vivencias reales, te invito a leer este post sobre la decisión entre optar por lactancia materna o artificial, donde comparto de forma personal cómo viví ambas opciones y lo que aprendí en el camino. Porque cada familia es un mundo, y lo importante es tomar decisiones informadas y sin culpas.
La lactancia es un proceso natural pero también lleno de dudas. Si sientes que tu producción es baja, lo primero es consultar con una asesora de lactancia o tu matrona. Mientras tanto, puedes empezar por revisar tu alimentación e incorporar de forma equilibrada algunos alimentos que ayudan a aumentar la producción de leche materna. Recuerda que cada cuerpo es diferente, pero con paciencia, apoyo y buena nutrición, puedes vivir una experiencia de lactancia más tranquila y plena.



