La pedagogía Pikler, el movimiento libre del bebé

Con la llegada de mi primer hijo aprendí muchas cosas. Descubrí una nueva forma de sentir y entender la maternidad y la crianza, pero en el camino también cometí muchos errores. No fue hasta la llegada de mi segundo hijo, Trasto, cuando conocí la pedagogía Pikler, basada en el movimiento libre del bebé.

¿Quieres saber en qué se basa esta pedagogía y qué beneficios tiene? Te lo cuento hoy aquí junto a nuestra experiencia. ¡Sigue leyendo!

Pedagogía Pikler, ¿de qué trata?

En los últimos años está resonando con fuerza la pedagogía Pikler, también conocida como teoría del movimiento libre del bebé.

Muchos padres viven inmersos en un tipo de crianza en la que la niñez es considerada casi una carrera de obstáculos, comparando constantemente a sus bebés con el resto, agobiándose si a una determinada edad su pequeño o pequeña aún no ha alcanzado algún hito de los que se les presupone deberían haber logrado.

La pedagogía Pikler nos propone otra manera de hacer las cosas, respetando el ritmo y el desarrollo del niño.

Para lograr que nuestros hijos sean independientes y seguros nos insta a fomentar la libertad y el respeto a la autonomía del niño durante su proceso de aprendizaje. Los padres debemos acompañar al menor durante este proceso, proporcionándoles un entorno adecuado y unas condiciones sociales y emocionales estables.

La Pedagogía Pikler se basa en 3 principios fundamentales:

  • la actividad autónoma y el movimiento libre
  • el respeto y el apego en los cuidados
  • la importancia de la salud física y el juego

Suena bien, ¿verdad? Al final no es un método nuevo ni extraño, es más una filosofía de vida cuya base es el respeto hacia el niño.

Reconozco que leer el libro de Emmi Pikler, Moverse en libertad cambió mi manera de hacer las cosas y mi perspectiva y me ha permitido disfrutar de una segunda crianza más relajada y consciente. Los beneficios de su «método», para nosotros, han sido muchos.

papa y bebe cogidos de la mano

Pero, ¿quién era Emmi Pikler?

Emmi Pikler era una pediatra húngara que con sus estudios e ideas vino a revolucionar el mundo de la pedagogía. Dedicó toda su vida a la búsqueda de unas condiciones óptimas para el desarrollo sano de los niños.

Su método pedagógico queda reflejado en su libro, donde aboga por el respeto a los tiempos y los ritmos de cada niño.

Sus palabras, aún hoy, son muy revolucionarias, pero siguen encontrando su sitio entre cada vez un mayor número de padres y madres que se cuestionan muchos aspectos del modelo de crianza tradicional.

Es muy probable, que si eres padre o tienes un niño cerca, hayas oído hablar de esta pedagogía o hayas visto alguna vez un triángulo pikler, pues cada vez son más las familias que apuestan por esta metodología de crianza.

El libro y el método pedagógico de Emmi Pikler nos invita a reflexionar. Si damos completa libertad a nuestros hijos para moverse, al sentirse libres, se muestran activos, confiados, capaces, comprendiendo y experimentando sus habilidades motoras. Su desarrollo motor acabará produciéndose de forma espontánea, natural.

Los niños aprenden a sentarse o a andar aunque nunca se le sienta o se le lleve de la mano. Si preparamos un entorno adecuado y respetamos su ritmo, con paciencia, lograrán un desarrollo psico-motor mucho más armónico, a la vez que fomentan su autonomía, su confianza en sí mismo y su autoestima.

«Intentar enseñar a un niño algo que puede aprender por sí mismo, no es tan solo inútil, sino también perjudicial»

Emmi Pikler

¿Cómo podemos aplicar el movimiento libre en casa? Nuestra experiencia

Con nuestro primer hijo cometimos muchos errores de papás novatos. Con él cumplimos todos los tópicos de hamacas, parques, cunas, andadores… Aún así, comenzó a caminar pronto y poco a poco, nos fue demandando (y nosotros proporcionándole) una mayor libertad, aunque siempre estábamos revoloteando a su alrededor porque no nos habíamos preocupado en preparar un entorno adecuado.

Sin embargo, la llegada de Trasto llegó en un momento en que ya habíamos leído sobre este tema y las cosas fueron muy diferentes. ¡Trasto se crió en el suelo! Libre, con unos padres confiados en sus capacidades, sin tantos «miedos».

Nunca lo forzamos a gatear, a sentarse o a ponerse de pie. Tampoco nunca lo cogimos de las manos para que anduviera. Lo que sí tenía era una absoluta libertad de movimientos.

bebe gateando movimiento libre

Supongo que este hecho influiría en que su desarrollo psicomotor fuera mucho más rápido y ágil que el de su hermano: comenzó a gatear una semana antes de cumplir los 7 meses, con 9 meses era capaz de mantenerse de pie sin apoyos y dio sus primeros pasos. Con 10 meses y medio andaba solo.

Un desarrollo ni mejor ni peor que ningún otro, simplemente el desarrollo que a él le correspondía y que alcanzó por sí mismo gracias a esta teoría del movimiento libre.

El triángulo Pikler

Si tú también quieres disfrutar de todos los beneficios de esta pedagogía, lo primero que debes realizar es un cambio de mentalidad. Confía en tu hijo y en sus posibilidades.

Por supuesto, puedes ayudarlo, preparando el entorno y poniendo a su disposición materiales y juegos para estimularlos, como el triángulo Pikler. Si quieres conocer más sobre los diferentes tipos de triángulos y sus beneficios pincha aquí.

– Para que tu hijo pueda jugar y moverse libremente, elimina todo aquello que pueda resultar peligroso o con lo que pueda lastimarse en sus procesos de exploración.

– Intenta crear espacios diáfanos, amplios, con suelos cálidos pero firmes, para que puedan moverse con libertad y facilidad.

– Utiliza ropa cómoda, holgada, que permita la libertad de movimientos. Déjalos descalzos siempre que puedas.

– Siempre estar presente y atento a sus necesidades, interactuando y jugando con él, pero solo interviniendo en su movimiento cuando el niño nos lo reclame.

– Como ya vimos, uno de los principios fundamentales del movimiento libre es la importancia del juego. Opta por estructuras adaptadas, como el triángulo Pikler, que les invite a reptar, a levantarse, a trepar y a explorar.

triangulo pikler

El Triángulo Pikler es un material excelente para tener en casa. Ahora es un buen momento para ponerlo en la carta de los Reyes sin aún no disfrutáis de él.

Y es que gracias a su estructura los niños pueden explorar sus capacidades y entrenar sus habilidades físicas, su coordinación, su equilibrio y su fuerza. ¡También su imaginación! Ni te imaginas todo lo que puede dar de sí bajo sus mentes creativas e inquietas.

En resumen, sin duda, la pedagogía Pikler y el movimiento libre reportan muchos beneficios, a todos los niveles y a todos los miembros de la familia. A nosotros, conocerlo nos ha ayudado mucho.

¿Conocías el movimiento libre? ¿Y el triángulo Pikler? ¿Qué opinión tienes sobre esta metodología? ¡Cuéntame!

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