El momento de pasar al peque a su propia habitación se acerca y surgen muchas dudas. ¿Se adaptará bien? ¿Qué cama le compramos? ¿Cómo debe ser el primer colchón después de la cuna? Necesita una barrera para la cama.
¡Qué rápido crecen! Hoy vamos a intentar responder a todas estas dudas y a ver algunos consejos para hacer el paso de la cuna a la cama. ¡Quédate y lo vemos!
El peque se hace mayor
Trasto tiene 3 años. Hemos practicado el colecho desde su nacimiento, ¡y hemos disfrutado mucho de este tiempo!
Pero ahora creo que ya ha llegado el momento de dejar la cuna y pasarlo a su propia habitación (o a la de su hermano, aún no lo tenemos claro 😅)
Él está emocionado y tiene ganas. Le encanta sentirse «mayor» y hacer las cosas que hace su hermano mayor.
Por ello, pienso que la transición a su propia cama va a ser fácil, ¡o eso espero!
Sin duda, es un momento importante en su crecimiento y desarrollo. Y como tal, queremos tenerlo todo preparado y listo para que este cambio sea fácil y agradable para toda la familia.
Nosotros, los papás, también lo estamos esperando. Porque aunque da un poco de vértigo el paso del tiempo, después de tantos años, no está nada mal el poder recuperar nuestra cama solo para dos. ¡Nos vamos a sentir extraños!
Ahora, lo primero que tenemos que hacer es el elegir un colchón adecuado para él y ¡decidir en qué habitación ponemos su cama!
Cómo elegir el mejor colchón para niños
Elegir un colchón para la cama de nuestros hijos es una decisión que no debemos tomar a la ligera.
Hay que tener en cuenta ciertos criterios que nos aseguren que el colchón les garantizará un descanso adecuado en esta etapa tan crucial de su vida.
Ya sabemos que los niños no paran en todo el día: correr, saltar, jugar, inventar mil y una travesuras… yo a veces me pregunto de dónde sacan tanta energía, ¿verdad?
Por eso es tan importante elegir un buen colchón para el descanso, para que un buen sueño reparador les ayude a cargar las pilas para un nuevo día lleno de aventuras.
No debemos olvidar que en estas edades los niños aún se encuentran en una importante etapa de su desarrollo, donde su cuerpo no deja de crecer y cambiar a pasos agigantados, por ello hay que saber elegir el colchón para el crecimiento adecuado.
– Colchón según la edad
No es lo mismo un colchón para un bebé que para un niño a partir de 2 años.
Para saber qué colchón comprar a un niño hay que tener en cuenta tanto su edad como su constitución física.
Trasto tiene 3 años, así que él necesita un colchón que sea cómodo pero que a la vez le aporte firmeza.
Entre los 2 y los 10 años los niños aún necesitan dormir muchas horas por lo que su colchón debe permitirle libertad de movimientos, sea transpirable, higiénico ofrezca una relación perfecta entre confort y firmeza.
– Colchón según las medidas
Hay que tener en cuenta también las medidas de la cama a la que queremos pasar a nuestros hijos.
Es posible que aún los veamos muy pequeñitos, pero si elegimos un buen colchón, éste nos va a durar muchos años, por lo que es mejor elegir un tamaño grande para evitar que se le quede pequeño al dar algún «estirón».
También hay que tener en cuenta el grosor. Debido a su menor peso, un niño puede no necesitar un colchón tan grueso como el que va a ser utilizado por un adulto.
En el mercado podemos encontrar colchones, además, con un grosor especial para camas extraíbles, ideales para camas abatibles o camas nido, que son muy utilizadas en las habitaciones de los niños.
– Materiales y tipo colchón
El colchón de los niños debe estar fabricado con materiales hipoalergénicos, que impidan la acumulación de ácaros y de moho.
Además debe favorecer una buena transpirabilidad, para cuidar de su salud también mientras duermen.
Tenemos a nuestra disposición diferentes tipos de colchones: de muelles, con muelles ensacados, viscoelásticos o de látex.
Cada tipo ofrece diferentes grados de firmeza y adaptabilidad.
-¡No olvides la funda protectora!
Durante estos años de crecimiento aún son frecuentes los escapes nocturnos, por lo que cualquier colchón que elijamos para nuestros hijos debe estar perfectamente protegido para garantizar su cuidado e higiene.
Una funda protectora impermeable pero transpirable es necesaria para que el colchón aguante en buen estado a lo largo de toda su vida útil.
Y no solo son los escapes, ¿que padre no ha sido sorprendido en alguna ocasión por una inoportuna vomitona nocturna?
Beneficios de un buen colchón para niños
Ya hemos visto la importancia que un buen descanso nocturno tiene en el desarrollo y en el crecimiento de nuestros hijos.
Elegir un buen colchón para ellos no es solo cuidar de su sueño, sino también de su salud, durante unos años tan trascendentes.
Dormir y descansar de la mejor forma garantiza un adecuado desarrollo tanto físico como cognitivo.
Un niño que duerme bien se despierta descansado, ágil y con una capacidad de aprendizaje muy receptiva.
¿A qué cuando pasas una mala noche te despiertas de mal humor, irascible y sin ganas de hacer nada? Pues a nuestros hijos les pasa lo mismo.
Si el niño duerme bien, ¡toda la familia lo nota!
Ya os contaré qué modelo de colchón para su primera cama elegimos teniendo en cuenta todos estos aspectos. ¡Deseadnos suerte para este cambio! Os mantendré informados.
¿Algún consejo? ¿A qué edad hicisteis el cambio de la cuna a la cama? ¿Cómo elegiste el colchón para tu niño o niña? ¡Cuéntame!